Decir "sí acepto" a sabiendas de que millones de personas en todo el mundo tienen sus ojos y oídos puestos en uno, no debe ser fácil ni siquiera para Kate Middleton, y si a eso se suma la imponente Abadía de Westminster, estar a la sombra de Diana de Gales y tener la presencia de la reina Isabel II a unos cuanto pasos, la pequeña frase se pudo convertir en un bochornoso problema para la monarquía británica.
La hoy duquesa de Cambridge, cuyo hermano James sufre de dislexia y que durante la operación ha superado las sombras del síndrome y con voz firme leyó un pasaje de la "Carta a los Romanos", se preparó con un curso de oratoria, tal y como en 1936 lo hizo Jorge VII (padre de la actual Reina) para acabar con su tartamudeo, como se ejemplificó en la aclamada película ganaora del Oscar, The King's Speech (El Discurso del Rey).
Anthony Gordon Lennox, un respetado locutor de la BBC, instruyó a Kate y James en formación especial en la voz, pronunciación y expresión corporal para evitar que los nervios traicionaran a los hermamos y eclipsaran el rígido protocolo de la reciente boda real con el príncipe Guillermo de Inglaterra.
Como en el filme ganador de cuatro premios de la Academia de EU, incluido el de Mejor Película, Gordon Lennox asumió el papel que en los años 30 tuvo Lionel Logue (interpretado por el actor nominado al citada estatuilla, Geoffrey Rush), el terapeuta que consiguió relajar y evitar los espamos musculares del rey del Reino Unido mediante trabalenguas y demás ejercicios.
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